el marido de la peluquera

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«le mari de la coiffeuse» (1990) de patricio leconte es una de esas películas que se deben ver.
la historia sencilla, en un ámbito campesino y silvestre, en principio de un personaje que pierde la cabeza por el amor hacia una peluquera, y que no vacila en pedirle matrimonio y en ser aceptado. pero el amor siempre tiene esas cosas maravillosas e inexplicables, cuando todo estaba yendo de la mejor manera, debe terminar.
el final llega de la mano de la muerte y de la imposibilidad de aceptar que todo lo maravilloso del mundo pudiera deshacerse. de alguna manera esa es la naturaleza misma del amor y de la pasión.
¿hasta donde los seres humanos podemos aceptar nuestra fugacidad?
lo eterno dura un segundo…

pedro guerra la tomó como tema de la canción del mismo nombre, les dejo la versión más bella que he encontrado, en vivo junto a bebe…

acá va la letra:
De niño bailaba canciones del moro
El baile venía de adentro y así se inventaban los modos
De niño soñaba olores profundos
Las mezclas de espuma, colonia y sudor de unos pechos desnudos
Crecóo con su sueño y un día le dijo:
«acabo de verte y ya se que naci pa’ casarme contigo».
Matilde mi vida, matilde mi estrella
Le dijo que si nos casamos Antonie, y bailó para ella

Y abrázame fuerte, que no pueda respirar
Tengo miedo de que un día ya no quiera
Bailar conmigo nunca más.

Cariño y ternura, colonias y besos
Te tengo, me tienes, quisiera morirme
Agarrado a tus pechos.
El amor es tan grande, tan sincero y sentido
Que un día de lluvia Matilde acabo por tirarse en el rio.

… y abrazame fuerte que no pueda respirar
Tengo miedo de que un día ya no quiera
Bailar conmigo nunca más.

Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido
Por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río
Lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido
Te estaré recordando por siempre Matilde que tú no te has ido

… y abrázame fuerte que no pueda respirar
Tengo miedo de que un día ya no quiera
Bailar conmigo nunca más.

… y abrázame fuerte que no pueda respirar
Tengo miedo de que un día ya no quiera
Bailar conmigo nunca más.