en un rincón del cuarto…
el tiempo se escurre bajo la puerta
las hadas bailan charangos colagados con los armadillos desnudos en el centro de la alfombra.
por la ventana solo las nubes
y en un rincón del cuarto
donde tengo la pena que van dejando amontonada los adioses…
sería fácil no escribir
no sentir
no dormir para dejar de soñar.
pero también sería fácil aprender a contar en idiomas que ya no se usan
o a construir castillos en el aire en vulcanizadoras…
nada de eso es sencillo hoy
miro mis manos y están entrelazadas una a la otra
como suplicantes
miro mis pies
y no los miro caminar
miro las letras
las letras
todas las letras
y ya no cantan
y el silencio me corta en dos la mejilla del alma…
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el milagro
por la trenza armadillo
en que descolgarse,
gotear,
y no llegar
a ti,
o a ellos,
los que se fueron
en vino,
los del dolor antes,
los colibríes
de ojos tristes
que asestan
o creen asestar
la pluma
Tienes el don, para decir con claridad,
lo que los comunes solo nos limitamos a sentir…